Las monarcas no soportan las bajas temperaturas y caen congeladas sobre la nieve en el refugio El Rosario, Michoacán.
Por Rene Davila, El Rosario, Michoacán.- Como si fuera un racimo del que se desprenden las uvas, las mariposas monarca caen sin vida de las ramas a la nieve, lo que crea una especie de alfombra de pétalos de rosa color naranja; mueren por el frío, ante las nevadas que prácticamente han cubierto los bosques de oyamel que les sirven de posada.
Las bajas temperaturas que se han registrado durante los últimos días en algunas zonas del país han afectado también al santuario de mariposas monarca ubicado en este municipio, provocando la muerte de millones de "visitantes aladas".
A pesar de que esas bajas temperaturas han alertado sobre el peligro que enfrentan las monarcas, nativos y encargados del lugar aseguran que la cantidad de mariposas muertas por el frió no es mayor a las que normalmente fallecen "por naturaleza"
Incluso calculan que la nieve no ha llegado a mermar más allá del diez por ciento de los millones que pasan el invierno en el refugio "El Rosario", del municipio de Ocampo.
Tan sólo en el santuario "El Rosario" - el más grande de los cinco que hay en Michoacán - las mariposas monarca han cubierto mil 500 árboles, de cuyas ramas cuelgan grandes racimos de ellas, que de esta forma se agrupan para conservar el calor y mantenerse vivas.
Las mariposas caen al suelo "pero no todas mueren - dice José de Jesús Moreno Posadas, uno de los encargados de la zona de apareamiento de la monarca -, muchas de ellas reanudan el vuelo con el calor del día.
"Las bajas temperaturas que se han registrado en los últimos días no han provocado la muerte de millones de ellas; están muriendo y morirán, como cada año, sólo las más débiles", agrega el ejidatario Moreno Posadas.
Este ejido, con una población de aproximadamente 10 mil campesinos, y de cuyo nombre toma el suyo el santuario de las mariposas monarca, depende en gran medida de los recursos que genera la migración de las mismas, ya que ello conlleva a la venta de artesanías y comida, entre otras actividades inherentes a esa atracción turística.
No obstante, los ejidatarios del lugar han manifestado que las 966 hectáreas conservadas como reserva especial de la mariposa monarca "son mas que suficientes", y han demandado a las autoridades que se les deje solo 100 hectáreas y dedicar el resto a la agricultura
Por Rene Davila, El Rosario, Michoacán.- Como si fuera un racimo del que se desprenden las uvas, las mariposas monarca caen sin vida de las ramas a la nieve, lo que crea una especie de alfombra de pétalos de rosa color naranja; mueren por el frío, ante las nevadas que prácticamente han cubierto los bosques de oyamel que les sirven de posada.
Las bajas temperaturas que se han registrado durante los últimos días en algunas zonas del país han afectado también al santuario de mariposas monarca ubicado en este municipio, provocando la muerte de millones de "visitantes aladas".
A pesar de que esas bajas temperaturas han alertado sobre el peligro que enfrentan las monarcas, nativos y encargados del lugar aseguran que la cantidad de mariposas muertas por el frió no es mayor a las que normalmente fallecen "por naturaleza"
Incluso calculan que la nieve no ha llegado a mermar más allá del diez por ciento de los millones que pasan el invierno en el refugio "El Rosario", del municipio de Ocampo.
Tan sólo en el santuario "El Rosario" - el más grande de los cinco que hay en Michoacán - las mariposas monarca han cubierto mil 500 árboles, de cuyas ramas cuelgan grandes racimos de ellas, que de esta forma se agrupan para conservar el calor y mantenerse vivas.
Las mariposas caen al suelo "pero no todas mueren - dice José de Jesús Moreno Posadas, uno de los encargados de la zona de apareamiento de la monarca -, muchas de ellas reanudan el vuelo con el calor del día.
"Las bajas temperaturas que se han registrado en los últimos días no han provocado la muerte de millones de ellas; están muriendo y morirán, como cada año, sólo las más débiles", agrega el ejidatario Moreno Posadas.
Este ejido, con una población de aproximadamente 10 mil campesinos, y de cuyo nombre toma el suyo el santuario de las mariposas monarca, depende en gran medida de los recursos que genera la migración de las mismas, ya que ello conlleva a la venta de artesanías y comida, entre otras actividades inherentes a esa atracción turística.
No obstante, los ejidatarios del lugar han manifestado que las 966 hectáreas conservadas como reserva especial de la mariposa monarca "son mas que suficientes", y han demandado a las autoridades que se les deje solo 100 hectáreas y dedicar el resto a la agricultura
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