
No fue sino hasta mediados de la década de los setenta cuando se ubicaron los sitios de hibernación de la mariposa monarca en México, lo que permitió establecer las rutas migratorias que ésta sigue al abandonar la zona fronteriza de Canadá y los Estados Unidos.
A su regreso al territorio de verano, las hembras dejan sus huevecillos en la cara inferior de casa una de las hojas mas tiernas de la plantas del género Asclepia, que abundan en las praderas de Norteamérica. Estos millones de huevecillos son abandonados por las larvas aproximadamente a los siete días, alimentándose de su cascarón, y posteriormente de la superficie de la hoja en donde está el huevo.
Al madurar la larva ya tiene cerca de cuatro centímetros de largo y franjas de color negro y amarillo naranja en el cuerpo, señal de que es un animal tóxico, por lo que se pasa devorando las hojas enteras sin preocupación alguna.
A lo largo de tres semanas va mudar de piel cinco veces. Para después buscar una rama en donde colgarse y formar una crisálida de color verde azuloso con puntos negros y dorados, de donde, pasados quince días, una mariposa romperá en vuelo.
Las monarcas de esta generación van a madurar a principios de julio, para reproducirse y morir en Canadá y los Estados Unidos. Sus crías salen de las crisálidas en septiembre, y migran hacia México en donde se van a aparear, iniciando así el ciclo que se repetirá nuevamente.
Al incidir los primeros rayos del sol sobre los árboles, las mariposas abren sus alas de manera que el calor se vaya acumulando en sus cuerpos, hasta llegar a cerca de los 16 grados centígrados. Entonces levantaran el vuelo, cubriendo por miles el cielo.
El frío y la depredación constituyen la principal causa de mortandad, por lo que cada año la pérdida de millones de ellas en cada migración es un ciclo natural, y las que sobreviven a la hibernación regresan a Estados Unidos o Canadá para que las hembras depositen sus huevecillos entre las hojas de las plantas del género Asclepia.
Recorren tres mil kilómetros en aproximadamente 25 días desde la franja fronteriza de Canadá y Estados Unidos durante el verano, y utilizan tres rutas migratorias para llegar a nuestro país: las que vienen de entre el Pacífico y las Montañas Rocallosa se dirigen hacia el estado de California, cerca de San Diego ;las que habitan entre el Atlántico y los Grandes Lagos cruzan los estados de Carolina y Florida para llegar a Cuba, aunque después de ahí no se sabe con certeza hacia dónde se dirigen; y las que a fines de septiembre parten de la zona ubicada entre las Rocallosas y los Grandes Lagos y bajan por la Sierra Madre Oriental, entran al Altiplano por las montañas más bajas para llegar a mediados de noviembre a los estados de México y Michoacán.
Aproximadamente a partir del 20 de octubre y hasta los últimos días de marzo, los cinco santuarios de la mariposa monarca (Cacique, Chincual, Rosario, Cerro Huacal y Altamirano) en el estado de Michoacán y en el Estado de México ("Donato Guerra"), serán visitados por miles de turistas nacionales y extranjeros, principalmente de Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Alemania y Japón.
Por lo pronto, de uniforme color café o naranja, con puntos blancos y enmarcados todo su cuerpo con líneas de color negro, las mariposas monarca, al incidir los primeros rayos del Sol sobre los árboles, abren sus alas de manera que el calor se vaya acumulando en sus cuerpos. Levantando el vuelo y cubriendo por millones el cielo con un ruido sordo, empiezan la ceremonia de apareamiento.
A su regreso al territorio de verano, las hembras dejan sus huevecillos en la cara inferior de casa una de las hojas mas tiernas de la plantas del género Asclepia, que abundan en las praderas de Norteamérica. Estos millones de huevecillos son abandonados por las larvas aproximadamente a los siete días, alimentándose de su cascarón, y posteriormente de la superficie de la hoja en donde está el huevo.
Al madurar la larva ya tiene cerca de cuatro centímetros de largo y franjas de color negro y amarillo naranja en el cuerpo, señal de que es un animal tóxico, por lo que se pasa devorando las hojas enteras sin preocupación alguna.
A lo largo de tres semanas va mudar de piel cinco veces. Para después buscar una rama en donde colgarse y formar una crisálida de color verde azuloso con puntos negros y dorados, de donde, pasados quince días, una mariposa romperá en vuelo.
Las monarcas de esta generación van a madurar a principios de julio, para reproducirse y morir en Canadá y los Estados Unidos. Sus crías salen de las crisálidas en septiembre, y migran hacia México en donde se van a aparear, iniciando así el ciclo que se repetirá nuevamente.
Al incidir los primeros rayos del sol sobre los árboles, las mariposas abren sus alas de manera que el calor se vaya acumulando en sus cuerpos, hasta llegar a cerca de los 16 grados centígrados. Entonces levantaran el vuelo, cubriendo por miles el cielo.
El frío y la depredación constituyen la principal causa de mortandad, por lo que cada año la pérdida de millones de ellas en cada migración es un ciclo natural, y las que sobreviven a la hibernación regresan a Estados Unidos o Canadá para que las hembras depositen sus huevecillos entre las hojas de las plantas del género Asclepia.
Recorren tres mil kilómetros en aproximadamente 25 días desde la franja fronteriza de Canadá y Estados Unidos durante el verano, y utilizan tres rutas migratorias para llegar a nuestro país: las que vienen de entre el Pacífico y las Montañas Rocallosa se dirigen hacia el estado de California, cerca de San Diego ;las que habitan entre el Atlántico y los Grandes Lagos cruzan los estados de Carolina y Florida para llegar a Cuba, aunque después de ahí no se sabe con certeza hacia dónde se dirigen; y las que a fines de septiembre parten de la zona ubicada entre las Rocallosas y los Grandes Lagos y bajan por la Sierra Madre Oriental, entran al Altiplano por las montañas más bajas para llegar a mediados de noviembre a los estados de México y Michoacán.
Aproximadamente a partir del 20 de octubre y hasta los últimos días de marzo, los cinco santuarios de la mariposa monarca (Cacique, Chincual, Rosario, Cerro Huacal y Altamirano) en el estado de Michoacán y en el Estado de México ("Donato Guerra"), serán visitados por miles de turistas nacionales y extranjeros, principalmente de Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Alemania y Japón.
Por lo pronto, de uniforme color café o naranja, con puntos blancos y enmarcados todo su cuerpo con líneas de color negro, las mariposas monarca, al incidir los primeros rayos del Sol sobre los árboles, abren sus alas de manera que el calor se vaya acumulando en sus cuerpos. Levantando el vuelo y cubriendo por millones el cielo con un ruido sordo, empiezan la ceremonia de apareamiento.
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